lunes, 30 de noviembre de 2015

Origen de la cerveza



Según la mitología quién creó la cerveza fue Osiris, dios de los muertos y de la agricultura. Le dio de beber cerveza roja a una leona y tras saciarse se transformó en Hathor, diosa de la danza, alegría, amor y embriaguez. También se cuenta que la cerveza pudo ser un regalo de la diosa Luna, Isis, a los hombres.

Hay dudas sobre si el origen de la cerveza fue que naciera en la zona Mediterránea, pero siguiendo el orden histórico hay indicios científicos de que en el Neolítico se fabricara desde la recolección de los cereales. Fue en el Antiguo Egipto, por parte de los Sumerios cuando la cerveza fue un alimento importante en la dieta. Servía además como parte del salario y como exención del servicio militar a los fabricantes de la preciada bebida. El proceso se hacía mediante unas tortas de pan y cebada reposadas sobre una plancha de metal agujereada colocada en la boca de una tinaja. Se echaba agua para disolver y así filtrar y dejar a temperatura ambiente hasta la fermentación. El caldo obtenido se aromatizaba con azúcares de dátiles y miel.





La herencia de la elaboración de la cerveza llegó a los babilonios, chinos y precolombinos. Otras referencias son los libros de la Antiguedad o la distinta terminología del nombre según cada civilización.

En la época griega y romana la cerveza era una bebida inferior al vino y de uso popular. Incluso existe documentación medieval, más concretamente en el registro de impuestos donde aparecen nombres de mujeres cerveceras que no gozaban de buena fama.

En la Edad Media era una tradición familiar pero si había exceso de producción de cerveza se vendía. Y por el contrario, cuando había escasez de agua por impureza, se consumía más por qué gracias a su cocción las bacterias desaparecían.

Señalar que los monjes europeos salvaguardaron el conocimiento del arte de elaboración de la cerveza. No fue hasta la llegada del ingrediente del lúpulo como aportaría más conservantes (monasterio alemán). A gran escala el nivel de fabricación fue acuñado a la Burguesía y a los Monasterios.

Así, se dan tres tipos de cerveza según quién fuera el consumidor final: la prima melior, la servicia y la tertia, destinada a peregrinos.

Hasta el siglo XV no se añadió a la cerveza esencias de romero, tomillo y algunas frutas para darle proteínas, aroma y sabor.

La fábrica de cerveza de las órdenes monacales se hacía junto al Monasterio en un edificio separado y para autoabastecerse de posibles sequías y hambrunas. En el siglo XVI surgieron las primeras Factorías de cerveza en Alemania. En el año 1842, en Pìlsen (Checoslovaquia) los maestros cerveceros Poupé y Josef Groll presentaron la cerveza Lager (de sabor intenso y fermentada a baja temperatura). Posteriormente, en 1940, y debido a exigencias de una cerveza de mayor calidad, se recuperaron recetas caseras americanas, llegando éstas a Europa en los años 80.

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